El Doctor Luis Hornstein, psicoanalista, en su libro denominado Autoestima e Identidad, asegura que las personas deben ver su propia realidad y que esa realidad depende de si mismo.
Si yo aseguro “No puedo hacer tal cosa”. Las posibilidades que me encuentre imposibilitada de hacerlo son altísimas. Y por supuesto la inversa también se explica de la misma manera.
El propone un cambio de reflexión para evitar que esa baja autoestima se transforme en un campo profético. No puedo hacerlo. Y no lo hace. No voy a conseguirlo. Y no lo consigue.
También propone diversificar los campos de la autoestima que en las mujeres engloba más lo afectivo y en el hombre lo laboral.
Por eso no debe perderse ninguno de estos afluentes de la autoestima para no caer en un campo narcisista que puede ser tremendamente negativo.
El Doctor Hector Fiorini, director del Centro de Estudios en Psicoterapia afirma que “la imagen que estas personas con baja autoestima tienen de si mismas no es sólida, sino precaria y confusa. Y tienden a la polarización sin grises, especialmente en cuanto a la valorización: la estima oscila entre juicios de perfección y denigración”
Y todo esto esta originado por el desamor hacia uno mismo. Por eso debemos mirarnos frente al espejo y tratar de ser positivos con nosotros mismos si queremos mejorarla y lograr con ello un mejor nivel de vida.
No es fácil, pero se puede lograr.