Es entre los 10 y los 18 meses cuando los más pequeños empiezan a ponerse de pie y comienzan a dar sus primeros pasos. En esta etapa es primordial saber qué tipo de calzado es el más conveniente para que sus pies se desarrollen correctamente y no se produzcan problemas durante su crecimiento.
No todo el calzado es igual por eso los padres han de tener muy claro cuáles son los puntos más importantes a la hora de elegir los primeros zapatos para sus hijos.
Uno de ellos sin duda es el material. La piel es lo más recomendado gracias a su flexibilidad y a que permite al pie transpirar. El material de la suela también tiene que ser bien elegido, una suela antideslizante es esencial para que el niño de sus primeros pasos con seguridad.
Otro punto importante es que el zapato se agarre a la perfección al pie del pequeño. Que tenga cordones o tiras de velcro facilita la sujeción y la movilidad del pie, por lo que el niño tendrá facilidad de movimiento pero con la seguridad de que el calzado no se le saldrá.
Y por último, tan importante es el material exterior del zapato como el interior. Un calzado cuyo forro interior sea suave y sin costuras evitará que sus pies sufran rozaduras. también habría que tener en cuenta que la forma de la punta del zapato deje espacio suficiente para que sus dedos no se rocen. Una punta redondeada es la mejor opción.