Hasta hace pocos meses, los políticos que nos gobernaban apostaban por el autoconsumo y las energías renovables como forma de obtención de calor y electricidad tanto en empresas como particulares, pero las últimas leyes publicadas tiran todo esto por tierra, ya que obligan a las personas quieren instalar energías renovables en sus empresas u hogares a pagar unos impuestos inasumibles para muchos de ellos.
Este por ejemplo es el caso de la biomasa, cuya inversión se ha visto reducida de forma considerable, lo que ha provocado que se encuentre en un estado verdaderamente preocupante.
Lo que muchas personas no conocen es que este tipo de energía no contaminante presenta multitud de beneficios, ya no solo en aspectos como la generación de energía o calor, sino que además es muy adecuada para el cuidado de nuestros bosques y ayuda a la prevención de incendios, porque se aprovecha los recursos generados en las zonas boscosas de forma natural, sin tener que talar árboles.
El gobierno de Cataluña ha hecho una apuesta por la biomasa para la generación de energía a través de ella, pero se ha olvidado de la alternativa de generar calor.
Esto ha llevado a que diversas asociaciones ecologistas hayan puesto el grito en el cielo, ya que el coste de generar energía a través de biomasa es mucho mayor y requiere de un mayor número de toneladas de recursos en comparación con la generación de calor.
