En la vida muy apurada como lo que tenemos hoy, tener la oportunidad de caminar ya se convirtió un privilegio. Ya no podemos caminar más porque nuestro horario ya es lleno de actividades. Al momento que ya terminamos una, solo queda 10 hasta 15 minutos antes de empezar otra. Y si caminamos, ya no tenemos la oportunidad para hacer todos los deberes del día.
Pero sabemos bien que caminar es una de las actividades más eficaces para mejorar la salud. Según un artículo del periódico inglés «The Daily Mail», una investigación danesa nos muestra que los que caminan a paso ligero bajan significantemente el riesgo de ataqué de corazón o apoplejía cerebral. También mejora el metabolismo.
Según el Doctor Adam Laursen del Hospital de la Universidad de Bispebjergen en Copenhague, pasaron 10 años para ver los resultados a hasta 10,000 pacientes. Los datos nos muestran que los que hacen esta actividad podría bajar el riesgo entre 35% hasta 50% en comparación a los que no hacen nada.
Sin duda, caminar desde un lugar hasta otro hace que el corazón trabaje un poco más duro. Y como las otras partes del cuerpo, el corazón es un músculo. Y cuando entrenamos a los músculos, se convierten más y más duros para enfrentar las necesidades corporales. Más tarde o más temprano, el tiempo necesario para cansar el corazón se convertirá más largo.
Y la falta de tiempo no es una razón para no hacerlo. Hoy, ya tenemos aparatos como la caminadora elíptica para darnos los mismos beneficios mientras en nuestras casas. La mejor parte es que, aún podemos hacer otras cosas, como leer, porque no tenemos miedo que vamos a chocar con otros.