El Emperador y el Tarot de Marsella

El Emperador  y el Tarot de Marsella

El Emperador en el Tarot de Marsella utiliza una capa cubre los brazos y la parte superior del emperador. El color del manto tiene un tono encarnado, el resto es un color azul brillante. Otro color que destaca es el amarillo inundando la tierra que pisa el soberano.

Su cetro es recio y lustroso. Emula el símbolo de Venus y el amor, la belleza y las cualidades tradicionalmente femeninas de la psique femenina.

Su reino, al contrario que el de la Emperatriz, no está tan cercano a la emoción y la intuición como a la razón, el orden y la ley.

Recordemos que empuña su cetro por derecho divino, heredado de su madre, de su hermana o quizá de su esposa.

Lo vemos en pose relajada. Lo ratifica su cruce de piernas que simula el número 4. Es una pose que, en su época, era habitual en los grandes señores. Vemos que el Emperador tiene uno de los pies firmemente fijado en el suelo. Vemos que su cabeza toca el cielo, pero tiene los pies en la tierra.

El emperador encarna la palabra, la voluntad, la ley y el orden en la tierra. Rige al cabeza de familia en la sociedad.

En el naipe se dibuja el perfil izquierdo, el que se asocia con el inconsciente. El vela por la paz en nuevo reino. Vemos su escudo apoyado en el suelo y en el que se muestra un águila, símbolo del espíritu. El emperador es una autoridad que nos guiaran a lo largo de nuestro viaje por la vida y a través del Tarot.

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