Es probable que hayas escuchado hablar ya sobre esta técnica, y esto se debe a que hoy en día es una técnica que se emplea en muchas de las cosas que nos rodean. El marcaje es pues, la técnica de plasmar algo sobre determinada superficie y esto se logra a través de diversos procedimientos como la tampografía, la serigrafía y el famoso láser. La tampografía por su lado, es una técnica que se adapta a cualquier tipo de superficie y material y el marcaje que proporciona resulta idóneo como sistema de grabación rápido, limpio y muy económico. Este procedimiento consiste en la aplicación de tinta a un tampón de silicón que finalmente plasma determinado marcaje al motivo final. El láser por otro lado, es considerado hoy en día como uno de los métodos con mayor calidad, de ahí su popularidad. El láser imprime un marcaje de gran definición e indeleble y consiste en incidir el rayo láser sobre cualquier material, a manera de que se produce un cambio de tono sobre éste. Finalmente, te platico que el método de serigrafía tiene también un nivel de calidad bastante alto, y su gran ventaja es que permite plasmar contrastes y matices que otros sistemas no ofrecen. Consiste esta técnica en la grabación ultravioleta del marcaje, mediante un bastidor que lleva consigo un pedazo de nylon. Con todo esto, pudiste ya haberte dado una idea de lo interesante que son los diferentes mecanismos de marcaje que finalmente, resulta ser esencial en miles de procesos de la industria que se llevan a cabo a nuestro alrededor.
A. Verástegui
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