Esclavos de la vida

      Hoy en día, África sufre un empobrecimiento con una limitada capacidad de recuperación, debido a la corrupción política, la escasa inversión en la actividad productiva y el neocolonialismo. Así pues,  esta situación es la que provoca el gran número de africanos emigrantes, que intentan llegar a Europa saltando la valla de Melilla, en busca de una vida mejor, más digna y con derechos. Sin embargo, estos saltos provocan cuantiosos heridos y en algunas ocasiones incluso muertos, ya que el gobierno español actual ha impuesto la aplicación de concertinas en la parte superior de las vallas, produciendo con un simple roce, un profundo corte. Sin contar con los múltiple guardias civiles al otro lado esperándoles para llevarlos de vuelta a su país. Deberíamos pues, pensar en que también son personas, que podríamos estar en su lugar y que solo nos diferenciamos de ellos por el hecho de haber nacido con suerte y vivir en un país donde se respetan tus derechos. Y es que, lo que para nosotros es el día a día, para ellos es el sueño que pretenden alcanzar, aunque eso conlleve morir. Y mientras, el resto del mundo tratará de impedirlo dándoles la espalda e imponiendo medidas inhumanas.