Hoy en día nos resulta cada vez más difícil encontrar tiempo para nosotros mismos. Si no eres un apasionado de los idiomas y estudiar inglés lo ves como una obligación y no como una actividad entretenida y beneficiosa para ti, tienes muchas posibilidades de fracasar en tu intento.
Antes de dar el paso y dedicar parte de tu presupuesto y de tu tiempo a estudiar inglés, debes reflexionar y pensar cuál es tu objetivo y cuál es la manera de conseguirlo que más se adapta a tu situación personal y a tu forma de afrontar los retos.
Piensa cuanto tiempo libre estas dispuesto a dedicar a tu nuevo objetivo, no seas demasiado ambicioso, es más importante la calidad de tiempo que dediques que no la cantidad.
Busca la academia o escuela de inglés cuyo método más se adapte a tu forma de ser y a tu forma de entender el aprendizaje, no todo es el precio. Gastar menos en un método que no nos dé lo que buscamos a la larga sale más caro que invertir más en un método que nos ayude a conseguir nuestro objetivo en menos tiempo.
Márcate un objetivo claro, de esta forma sentirás si estás acercándote a él o por el contrario el objetivo se aleja de ti.
Un objetico claro es aprobar el First Certificate Exam, es un objetivo que aporta valor a tu formación y que certifica que el tiempo que has dedicado al estudio del inglés ha servido de algo. Márcate un plazo de tiempo para alcanzarlo y ves a por él.
Una vez conseguido tu objetivo le darás valor al tiempo dedicado a ello y te servirá para afrontar nuevos retos.
Un reto conseguido es el inicio del siguiente.