Cuando me casé, mi suegro tenía un pequeño huerto en el pueblo, lo había heredado de su padre. Una de sus distracciones, después de una buena comida y una buena siesta, era subir a la huerta.La verdad es que en el huerto no plantaba nada, simplemente estaba repleto de regaliz que había crecido de forma natural. La mayoría de los días que iba a la huerta se sentaba y pasaba allí la tarde imagino que recordando su juventud y a su difunto padre.En ocasiones me llevaba con él. Era el único día que trabajaba la tierra. Se subía con la azada y escarbaba las plantas de regaliz hasta llegar a sus raíces y cortaba unas cuantas para mí. Él sabía mi afición y mi capricho a la hora de degustar tan deliciosa planta.En China es muy apreciada por sus propiedades. Según la medicina china, una de las indicaciones para la que más se suele emplear, es para los pulmones y los bronquios.Si padeces de tos persistente acompañada de esputos, puedes hacerte infusiones de regaliz. Prepara una infusión con 7 g. de raíz de regaliz en agua hirviendo; déjala reposar durante 15 minutos aproximadamente; bebe varias tazas de infusión a lo largo del día, te ayudará a expulsar las mucosidades de las vías respiratorias.También puedes masticar los tallos de regaliz seco, te servirá también de expectorante la vez que te refresca el aliento
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