La imagen corporativa es la firma de una empresa, es la forma como una empresa está comunicándose con el público objetivo, es su carta de presentación, para que una empresa pueda formar una muy buena imagen corporativa se debe tener en cuenta que en el diseño de su marca debe ir reflejada los valores corporativos y su personalidad, de este modo se podrá trasmitir un mensaje óptimo.
Cuando estamos desarrollando la imagen corporativa de una empresa debemos estudiar a la competencia, saber cómo son sus formas y estilos, lo peor que nos puede pasar es parecernos a otra marca, que la gente nos confunda, debemos ser únicos y diferenciadores del resto de compañías, para ello es muy importante saber cuáles son las características y valores de la compañía para poder definir correctamente las formas y fuentes a usar en el desarrollo de su imagen.
Cuando se a desarrollado ya una imagen es importante definir estándares que la rijan, es decir que los colores corporativos no deben ser modificados, que el logo no sea manipulado desproporcional, que ni se le agregue ni se le quite, que sea utilizado universalmente de acuerdo como se haya definido y si hay una modificación este debe ser previamente consultada con la compañía.
Mejorar nuestra imagen tiene muchos beneficios a mediano y largo plazo, si bien es cierto que de una vez no vamos a fidelizar el público objetivo, si es cierto que realizando un buen trabajo de recordación de marca, la gente empezara a confiar en nuestra marca, a recordarla y a querer tener nuestros productos.
