Depilarse es un problema para muchas mujeres. La mayoría acaban sin paciencia y utilizando la cuchilla para afeitarse. Esto es un error ya que la cuchilla hace que el pelo crezca más fuerte, más grueso y más oscuro. Además en muchas ocasiones el pelo se enquista. Esto ocurre porque para poder salir al exterior el pelo debe romper la piel que recubre el folículo. En muchas ocasiones el pelo no puede salir, esto ocurre por dos razones: puede ser que el pelo sea muy fino y no tenga fuerza, o porque la piel está demasiado dura para poder atravesarla.
La reacción del pelo cuando no puede salir a la superficie es seguir creciendo y en ocasiones se curva y se enrolla. Ahora, un pelo normal ya no es un pelo normal, es un incómodo pelo enquistado. Cuando esto ocurre nos empezamos a desesperar y solo pensamos en sacarlo. Normalmente tiramos con las pinzas y rompemos la piel pero esto solo lleva a infecciones y cicatrices y ni siquiera solucionamos el problema muchas veces.
Lo que hay que hacer en estos casos es mantener la calma, exfoliar la zona y buscar algún método de depilación alternativo que no suponga una agresión a la piel. Mi recomendación personal: la depilación láser. Este método de depilación hace que la depilación femenina no sea nunca más un suplicio y que el pelo deje de crecer enquistado y salga mucho más fino y finalmente, no tendrás que depilarte nunca más. La depilación láser ya está al alcance de todos gracias a máquinas de depilación láser de uso doméstico, ya no es necesario dejarse los ahorros en los salones de belleza.