Investigadores del Hospital Universitario del Norte de Middlesex hicieron una prueba a 43 mujeres con una edad media de 55 años. Éstas fueron sometidas a un tratamiento de 30 minutos de duración conocido como “estimulación percutánea del nervio tibial”. El tratamiento consiste en introducir una pequeña aguja en la pantorrilla. Esta aguja se conecta a un dispositivo que envía impulsos eléctricos al cuerpo. Al final del ensayo, el 70% de las mujeres notaron una mejoría considerable en los síntomas de incontinencia. La frecuencia de orinar disminuyó durante este tiempo, así como la necesidad de utilizar compresas para la incontinencia.
Dos tipos de incontinencia La incontinencia urinaria puede afectar a ambos sexos, pero las mujeres suelen verse afectadas con más frecuencia. Las personas con incontinencia sufren de la pérdida de orina involuntaria. Hay dos tipos principales de incontinencia urinaria: incontinencia urinaria de esfuerzo, cuando el esfínter de la vejiga cede bajo presión y una pequeña cantidad de orina se escapa al hacer cualquier mínimo esfuerzo, como por ejemplo toser, y la incontinencia de urgencia, cuando las ganas de orinar son demasiado fuertes y no pueden reprimirse.
La mejor manera de prevenir la incontinencia urinaria de esfuerzo es llevando a cabo ejercicios pélvicos. Lentamente cuente hasta 10 mientras se tensa el músculo, y a continuación cuente de nuevo hasta 10 mientras éste se relaja de nuevo. También es importante beber de 6 a 8 vasos de agua todos los días.
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