Tras poner grandes expectativas en lo que podía ser la salvación para las mujeres con disfunciones sexuales, las investigaciones sobre el Viagra femenino quedan aparcadas al no dar resultados claros sobre su eficacia.
El lanzamiento de Viagra al mercado por la farmacéutica Pfizer en 1998 supuso una revolución para la salud sexual de muchos hombres y sus parejas. A pesar de la llegada de otros medicamentos para la impotencia o disfunción eréctil, Viagra se ha mantenido como el medicamento más recetado. En 2009, la farmacéutica Boehringer Ingelheim comenzaba a frotarse las manos al pensar que protagonizaría una nueva revolución sexual, la Viagra femenina que estimularía sexualmente a las mujeres con disfunción sexual.
Sin embargo, los estudios clínicos llevados a cabo no han dado resultados satisfactorios a ojos de la FDA (Administración de Alimentos y Medicinas de los Estados Unidos), quien no ha dado la luz verde al medicamento. Al parecer las mujeres que participaron en la prueba de éste estimulador sexual a penas notaron la diferencia.
El laboratorio ha decidido cancelar la investigación, ya que los costes y trámites para los obtener permisos por parte de las autoridades de salud son muy altos. Esta es una difícil decisión de tomar teniendo en cuenta el avanzado estado en el que éste fármaco para la disfunción sexual femenina se encontraba y la altísima demanda que podría darse de él una vez en el mercado.
El principio activo de esta Viagra femenina es el Flibanserina, que actúa en el cerebro como estimulador sexual. La FDA duda del balance beneficios-riesgos de ésta sustancia y no cree que ésta sustancia pueda ayudar a mujeres con problemas de deseo sexual. Por su parte, la farmacéutica ha anunciado que aunque por el momento va a enfocar su interés en otros campos de la investigación, piensa retomar los estudios desarrollados en este producto más adelante.
