El tomate frito ofrece numerosos beneficios para el organismo, y ello es gracias principalmente a las múltiples propiedades que posee. El tomate frito, especialmente si es natural, es muy nutritivo, aportando infinidad de vitaminas y minerales al organismo. Este alimento resulta esencial en cualquier dieta sana y equilibrada.
El tomate frito es una combinación de mezcla de puré de tomate, aceite, azúcar, sal y, en determinadas ocasiones, se le pueden incluir otros ingredientes como, por ejemplo, la pimienta. Es un alimento que aporta aproximadamente unas 80 calorías por cada 100 gramos consumidos.
El tomate frito es un alimento muy habitual en diferentes platos para cocinar, un alimento que ayuda a ahorrar mucho tiempo en la cocina a la hora de elaborar multitud de platos. Una de las grandes ventajas del tomate frito es su elevado contenido en vitamina C, siendo una importante fuente de esta importante vitamina.
La vitamina C es un poderoso antioxidante que ayuda al organismo a luchar contra los radicales que provocan daño celular, además de ser una gran ayuda para poder prevenir multitud de enfermedades cardiovasculares. El tomate frito ayuda prevenir la aparición de algunos tipos de cáncer (como el cáncer de próstata) así como el envejecimiento del organismo.
Además de ser un potente antioxidante, el tomate frito ayuda a reducir los niveles de colesterol del organismo, protegiendo el cuerpo de la aparición de posibles cardiopatías y aterosclerosis. Al tratarse de un alimento rico en aminoácidos y potasio, el tomate frito permite disminuir la hipertensión arterial, así como los edemas y los líquidos retenidos.
También se encarga de ayudar a los enfermos de diabetes tipo 2, ya que ayuda a reducir el estrés oxidativo en este tipo de personas. No hay que olvidar hacer mención que este alimento, gracias a su contenido en vitamina A, permite mejorar la visión y evita que se produzca como ceguera nocturna.