El parlamento ha aprobado con 341 votos a favor, 263 en contra y 26 abstenciones una resolución en la que se exige al Ejecutivo comunitario y a los Estados miembros que establezcan objetivos concretos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 40%, comparado con los niveles de 1990, que planteaba CE. Una necesidad de un compromiso en firme del aumento del 30% del consumo energético a partir de energía renovables y lo que más destacado, mejorar la eficiencia energética en un 40%, en consonancia con la investigación sobre ahorro energético.
Según la Eurocámara dichas medidas deberían ir aparejadas y equilibradas para obtener resultados más coherentes teniendo en cuenta la situación actual de cada Estado miembro donde las políticas energéticas son dispares entre diferentes miembros de la Comunidad Europea.
"El precio de la energía afecta gravemente a las empresas, la industria y, más concretamente, a nuestros ciudadanos. Si queremos reducir nuestras importaciones de energía debemos producir más en Europa, a través de un mejor y más eficiente uso de nuestros recursos", ha asegurado la ponente Anne Delvaux (PPE, Bélgica).
Debemos de tener en cuenta que la presente resolución crea conflicto con la reciente propuesta de la Comisión Europea “tachada de muy humilde” con objetivos mucho más relajados y donde se había descartado el objetivo de aumentar y mejorar las medidas en eficiencia energética.
