Los test de estrés rozan el aprobado general

Los test de estrés rozan el aprobado general

El sector bancario español cuenta con cimientos lo suficiente sólidas para afrontar escenarios futuros peores aún que el que ocupa nuestro presente.

Los bancos y cajas españolas no se verán obligadas a buscar capital adicional, atendiendo al resultado del último test de estrés, publicado el pasado viernes 15 de julio.

Las pruebas fueron realizadas por la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés), contando con la colaboración de los distintos supervisores nacionales.

Examen que constató la existencia de tan sólo ocho bancos en precaria situación. Cinco son entidades españolas: CAM, Pastor, Caja 3, Unnim y CatalunyaCaixa

Para alcanzar los mínimos de solvencia exigidos, un 5% de capital de máxima en un entorno adverso, estas cinco entidades habrían necesitado 1.564 millones, si bien el desfase ya está compensado en el balance (en forma de provisiones genéricas, bonos convertibles ya comercializados y plusvalías por desinversiones realizadas) o está en vías de hacerlo, en el marco del proceso de reforzamiento del sector que el Gobierno y el Banco de España impulsan desde febrero.

Si bien las exigencias globales se elevan a 15.152 millones de nuevo capital, que el 30 de septiembre deberá estar sobre la mesa por la vía privada, preferiblemente. Si no, lo pondrá el Estado.

Y la posibilidad de nacionalización de las entidades y consecuente pérdida de los derechos políticos, está precipitando la búsqueda de inversores privados.

Posiblemente sea fruto del azar, pero aquellas entidades que comercializaron en mayor medida los conocidos swaps, o contrato de permuta de tipos de interes, son los que obtienen peores resultados. Será casualidad… ¿o claro reproche?

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