Madera para estructuras

Madera para estructuras

La madera como materia prima primigenia, que se encuentra  presente en la  naturaleza, y que su utilización se remonta al  neolítico, constituye un material ideal a la hora de diseñar estructuras para nuestros jardines, donde se integra y proporciona, confort, belleza y diseño en porches, pérgolas y cenadores.

La madera se ha convertido en un genérico en el cual se hayan incluidos miles de especies diferentes ,cada una con su caracteristicas y particularidades, otorgandosela  por definición y de forma equivocada, a todas, las mismas propiedades y creencias de uso.

En presente artículo, me voy  a centrar en las coníferas, pino, ciprés, abeto, alarce, cedro, etc. 

Las  principales explotaciones arboreas de coníferas congestión sostenible se localizan en el norte y centro Europa, de donde se abastece, en su mayoría, el mercado nacional.

Dentro de esta familia me centrare en el abeto, debido a que tanto por sus cualidades y características de resistencias mecánicas, como por su  asequible costo económico en comparación a otras especies, de crecimiento más lento, las hacen ideales como elemento constructivo.

El abeto, una de las especies más  resistentes, es con frecuencia la variedad seleccionada como  propuesta para soluciones estructurales. La albura, parte blanda de la madera, es de color blanco amarillento. El duramen, células muertas que proporcionan dureza y resistencia al árbol  es de color rojo. De fibra recta y dureza media, es apropiada para técnicas de armados y vigas laminadas.

En el momento que arquitectos e ingenieros realizan sus proyectos  y determinan que  madera de uso estructural aplicar, su primera elección es el abeto. Generalmente se reconoce su óptima proporción, resistencia-peso. Igualmente  ofrece una excelente capacidad de soporte y sujeción al clavado y atornillado.

 Debido a las cualidades físicas, que aporta, para su mecanización, a la estabilidad moderada de su duramen y a su buena firmeza dimensional, resulta la madera perfecta  de aplicación general para el esqueleto de las edificaciones  residenciales y comerciales de tamaño moderado.

La madera de abeto sufre de alteraciones fisicas minimas, tanto de fisuras como de encogimientos, gracias a esto se adapta perfectamente en climas secos, fríos y de baja humedad.

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