Por motivos de SEGURIDAD, sobre todo. Un neumático desgastado, ahora con las primeras aguas del otoño, no puede evacuar el agua de forma eficaz y no se adhiere a la calzada como debería, con el consiguiente peligro de que se produzca un aquaplaning (que no agarre y se deslice en la carretera). Con los cambios de temperaturas y el paso de los años, el neumático se agrieta y deforma, por lo que la superficie que toca con la carretera es mucho menor, y además podría reventar.
¿Cómo saber cuándo tengo que cambiar mis neumáticos? Principalmente se cambian por dos motivos: DESGASTE (esto se detecta por el testigo que lleva el neumático en la canalización de evacuar agua, que aparece cuando está desgastado. Dicho testigo nunca puede estar al mismo nivel que el dibujo del neumático) y por FECHA (un neumático, con el paso del tiempo, aparte de desgastarse se agrieta y deforma. Todos los neumáticos tienen fecha de fabricación. Ésta aparece en el lateral, normalmente con cuatro dígitos. Los dos primeros son la semana de fabricación. Y los dos últimos, el año. Debemos aguantar un máximo de 6 años los neumáticos. Tras esto, debemos cambiarlos).
En Abrisanz recomendamos marcas en función de la utilización de tu vehículo. Si no haces muchos kilómetros y usas el coche para trayectos cortos, lo mejor serían adquirir una segunda marca, que es más económica, y, como los cambiarás a los 6 años, no les dará tiempo a desgastarse. En el caso de viajar con el coche más a menudo, sin duda te interesa una primera marca, pues tiene más durabilidad.