Y se termina el año, un intenso año en el que la palabra que más resonó en nuestras cabezas fue “Crisis”. Un año en el que muchas veces el día a día se hizo pesado.
Pero también ha sido un año del que aprendimos que si, las crisis existen y que no son tan malas si las miramos desde el lado del aprendizaje que siempre es positivo.
La crisis significa un cambio, no necesariamente tiene que ser malo. Por ejemplo, un cambio de actitud ante situaciones que no resultan como esperamos.
Como me paro ante esa situación. ¿Dejo que mi cuerpo exprese exteriormente lo mal que me siento? ¿O me predispongo de manera positiva externamente?, me maquillo, me peino, me perfumo, me miro en el espejo y automáticamente algo en mi interior comienza a sentirse un poquito mejor.
La elección es siempre nuestra, siempre hay un momento en el cual decidimos sobre como enfrentarnos a la situación que nos toque enfrentar.
El sentirnos lindas nos levanta la autoestima, nos predispone mejor.
Te invito a que pruebes. Un día en el que veas el mundo patas para abajo, sentante frente a tu espejo aplica un poco de corrector de ojeras, una base de maquillaje, máscara de pestañas, rubor y un brillo labial.
Peinate, rociá tu cuerpo con un rico aroma. Ahora volvé a mirarte en el espejo..¿Algo cambió?...Si, ya estás lista para salir