Es curioso como funciona el mundo: Nintendo le pidió ayuda a Sony para desarrollar un lector de CD para el Super Nintendo, pero no hubo comunicación y el proyecto terminó. Sony, aprendiendo de Nintendo cómo se hacen las consolas, decidió construir una por su cuenta. Más tarde, el segundo PlayStation derrotaría al GameCube de Nintendo con las manos atadas a la espalda, así que se creía que Wii no tendría oportunidad frente a PS3, pero la realidad es otra. La tercera consola de Sony, PlayStation 3, fue lanzada con un control llamado Sixaxis, el que tiene un limitado sensor de movimiento en seis ejes (de ahí su nombre) que añade funcionalidades nuevas. Posteriormente se lanzó el DualShock 3, tercer generación de los controles introducidos con el PlayStation original. PlayStation 3 sufrió de un círculo vicioso: no se vendían consolas porque eran muy caras (599 dólares), los desarrolladores dejaron de crear juegos exclusivos porque como no había una base instalada de plataformas, nadie compraba sus juegos así que publicaron los mismos títulos en Xbox 360 y PlayStation 3. Como ambos sistemas tenían los mismos juegos, los usuarios prefirieron comprar Xbox 360 porque era más barato. Al borde de perderlo todo, Sony tuvo que reestructurarse internamente y una de las consecuencias de dicha reestructuración fue un cambio de visión en la división de entretenimiento, por lo que se cambió la bizarra y polémica campaña promocional de PlayStation 3 por algo más aterrizado con lo que los jugadores podían identificarse. Al ver que a Nintendo le fue muy bien con su control con sensor de movimiento, Sony decidió seguir sus pasos y puso en el mercado el PlayStation Move, un mando que se asemeja mucho al Wii Remote. Con gráficas en alta definición, juego en línea, un precio razonable y un control con sensor de movimiento, PlayStation 3 es cada vez una mejor opción.
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