Los pacientes que inician un tratamiento bariátrico a menudo abandonan el proceso antes de alcanzar sus metas, y esta deserción puede empeorar significativamente su estado de salud.
Entre las causas más comunes se encuentran:
- Expectativas poco realistas
Muchos llegan al consultorio con la esperanza de perder peso de manera rápida y sencilla. Cuando los resultados tardan en aparecer o son inferiores a lo esperado, se frustra su motivación y abandonan el plan de alimentación y ejercicio recomendado por el Médico Bariatra. - Falta de apoyo psicológico
El cambio de hábitos implica un gran esfuerzo mental. Sin un acompañamiento psicológico continuado, los pacientes pueden sentirse solos frente a la ansiedad, el estrés o la sensación de culpa, lo que aumenta la probabilidad de recaídas y, finalmente, el abandono. - Dificultades sociales y familiares
El entorno juega un papel crucial. Si la familia no comprende o no respeta las restricciones dietéticas y de actividad física, el paciente pierde un soporte esencial para mantener la adherencia al tratamiento. - Efectos secundarios y complicaciones
Náuseas, deficiencias nutricionales o malestar gastrointestinal pueden desanimar a quienes no estaban preparados para manejar estos efectos. Sin el seguimiento constante del Bariatra y del equipo multidisciplinario, surgen dudas y temores que llevan a cancelar citas y dejar el programa. - Costo y acceso a recursos
El tratamiento bariátrico incluye consultas, análisis, suplementos y, en algunos casos, intervenciones quirúrgicas. Cuando los costos resultan elevados o la logística de acceso es complicada, el paciente puede priorizar otros gastos y abandonar su proceso de cuidado.
Consecuencias de la deserción
Al dejar de seguir las indicaciones del Médico Bariatra y su equipo, no solo se detiene la pérdida de peso, sino que pueden agravarse las comorbilidades asociadas: hipertensión, diabetes tipo 2, dislipidemias y problemas osteo-articulares. Además, el peso recuperado suele superar el inicial (“efecto rebote”), aumentando el riesgo cardiovascular y generando un impacto negativo en la autoestima y la calidad de vida.
Para evitar esta deserción, es fundamental un acompañamiento multidisciplinario: nutrición, psicología, actividad física y, sobre todo, un seguimiento cercano del Bariatra que refuerce la confianza y la resiliencia del paciente.