Meditar es estar centrado, alerta, totalmente presente en el aquí-ahora.
La mente se mueve siempre, va de un lado a otro, está en el futuro o en el pasado, pero nunca está anclada en el momento presente. Se parece mucho a una radio: no conoce el silencio, la quietud, la bendición que otorga estar en el ahora.
Meditar es cada vez más necesario. La inquietud, la incertidumbre, el caos que reinan actualmente por todos lados son un alimento perfecto para la mente, que entonces entra en pánico.
Saber meditar también es importante para sentirnos realmente vivos, para poder disfrutar de cada momento con intensidad. La vida es siempre ahora, es siempre aquí, en este exacto momento, y en este justo lugar. Y mientras la mente se enreda en lo que ya fue o en lo que aún no llegó, la vida transcurre sin que la mayoría de las veces la podamos realmente apreciar.
Los sonidos de la mañana, el canto de algún pájaro, la mirada de alguien, la caricia del sol en nuestro rostro, la voz sutil de nuestra intuición…¡ Perdemos tantas cosas por no estar presentes en el momento actual!
No se trata de luchar contra la mente, pues de este modo los pensamientos se fortalecen. Tampoco se trata de juzgarla, criticarla, ni siquiera intentes cambiarla. Se trata, simplemente, de observarla. Como se observan las nubes que se deslizan por el cielo, de igual modo podemos observar los pensamientos, sin ser por ellos arrastrados.
Si nunca meditaste todavía, comienza a ayudarte a ti mismo a estar anclado en la vida, a estar enraizado en lo real, para poder vivir cada instante con intensidad y plenitud
Enriqueta Olivari - www.sanatualma.com