Con tanto término diferente, coches nuevos, usados, siniestrados, … uno llega a montarse un lío en la cabeza, que en ocasiones, nos lleva a la confusión y hace que tomemos decisiones erróneas que se traduce en un mayor desembolso a la hora de comprar un coche.
Los coches de ocasión son aquellos que ya han sido utilizado por otras personas y el taller o el concesionario los compra a un precio bajo, para arreglarlos y revisarlos y revenderlos con total garantía, pero como todo en la vida, los años pueden jugar en contra.
Antes de comprar nuestro coche de ocasión, es importante informarte en el lugar de compra si disponen de coches de kilómetro 0, que son coches matriculados pero que solo se han usado para muestras y algún recado de empresa, que por lo general disponen de menos de 100 km y su estado suele ser nuevo. Lo bueno de estos coches, es que al estar ya matriculados, puedes llegar a salir con el propio coche si efectuas el pago.
Los coches nuevos por el contrario, debemos ir al concesionario, pedir el modelo con el color y demás características a nuestro gusto, la fábrica lo realiza y pasadas unas semanas o incluso meses, el coche se entrega, lo que hace que en algunos casos el tiempo de espera juega en nuestra contra según las necesidades que tengamos de disponer de nuestro vehículo.
Es por ello, que no se precipite, tome su tiempo y al igual que existen vehículos de ocasión baratos, ya se sabe que los coches de segunda mano podrían acarrearnos problemas.
