El telar vertical fijo, eutilizado exclusivamente en los centros de producción de menor importancia, es un modelo de carácter rústico. Se trata de un marco vertical con travesaños que soportan las extremidades a partir de dos varas redondas y paralelas denominadas enjullos. Entre estos dos enjullos se fijan los hilos de la trama. El tejido comienza siempre por abajo. Durante el trabajo, el obrero está sentado en un tablón que se apoya en los barrotes de dos andamios aferrados a los travesaños verticales del telar. Conforme el anudado progresa, el tablón que sirve de asiento debe ser elevado al mismo tiempo que la alfombra. Este tipo de telar se usa para alfombras cuya longitud no supere la del telar, es decir tres metros. Las herramientas usadas para la confección de una alfombra son pocas y simples. El cuchillo sirve para cortar las hebras del nudo; a veces está dotado de un gancho que sirve para anudar (sobre todo en Tabriz). alfombras El peine está hecho de varias láminas de metal cuyos extremos se separan para formar los dientes. Sirve para apretar el o los hilos de la trama contra la hilera de nudos. Las tijeras, de carácter plano y alargadas, se usan para repasar las hebras de la alfombra.
Las alfombras son un buen elemento decorativo, tienen una tradición de larga data algunas de las más destacadas fueron realizadas durante los siglos XVI y XVII y confeccionadas en la ciudad de Usak.
Los persas fueron los pioneros en la realización de estos productos entre las antiguas civilizaciones, alcanzando un gran pericia en la construcción y en los diseños, gracias a la experiencia acumulada a lo largo del tiempo.