Amanece gris y tranquila, esa mañana de septiembre. Será un día más, de un otoño que no termina. Un día más en que, ante sus ojos, desfilan aquellos que vienen a conocer esta mole inolvidable, que a todos atrae. Será un día más, en que el viento sopla sin alma, sin luz y sin calor, sólo para mostrar que existe, que es un visitante más. Será un día más, como tantos que ya han pasado y seguirán pasando. Es el corazón del mundo, el lugar por todos visitado, el sitio donde hay que estar.
Dolor inmenso, ruido infinito, temblor intrínseco, barullo sin fin! ¿Es el despertar del viento?...
¡Golpe!, ¡Fuego!, ¡Calor !, ¡Dolor !, ¡Impotencia ! . Cómo quisiera olvidar... si fuera un sueño... Un día más, ¡no! ¡Es un día especial!. El amanecer monótono e incoloro, da su paso al horrible despertar, descarnado, lacerante e inolvidable, ¡es el día final!
El odio y la sin razón, tomados de la mano, han transformado un día más, en un día tal, que nadie quiere recordar, pero nadie puede olvidar: el día en que el amor ha dado paso al desamor, para irrumpir veloz y devastador, deshaciendo, rompiendo, doliendo y muriendo sin tregua ni solaz.
Un día menos en la cuenta del amor... un día más en la cuenta del dolor.
¿Quién será más fuerte?.....¿habrá amor suficiente para superarlo? ¡El tiempo será juez y testigo !
Los hombres podemos tan poco... Los hombres podemos tanto...
Autor: Maria Victoria
11.11.2001
Chile
Dedicado a: quien me permitió conocerlas.
