Cada vez más personas se cuestionan si las enfermedades de nuestra época tienen un origen puramente químico, o si no hay otros factores que afectan directamente a la materia pero que se escapan a la percepción intelectual. Buscadores de la verdad, personas sensitivas y los buenos médicos han aprendido a incluir en sus diagnósticos no sólo los resultados de pruebas de laboratorios, sino a comprender la estrecha relación entre la existencia humana y la espiritual.
Pensamientos y palabras son fuerzas que son acogidos por células y órganos como un eco. Así como la persona piensa, habla y actúa, así reacciona su cuerpo, los grupos celulares. La conciencia de los órganos reacciona tanto a impulsos positivos como negativos y a impulsos del ambiente que la rodea. Quien ha aprendido a dominar sus pensamientos y sus sentidos, puede preparar también su cuerpo para la salud que procede de lo interno. ¡Para ello únete conscientemente con el Espíritu universal, con tu alma y con tu cuerpo. Reconoce tu cuerpo como el instrumento de tu alma, como el vehículo del cuerpo espiritual que vive en ti. Tus pensamientos, palabras y obras y tu actitud ante la vida son el combustible para tu cuerpo!
El alma está encarnada en un cuerpo, para expiar en esta encarnación sus sombras, es decir las cargas de las encarnaciones anteriores. Por esto el ser humano debería mantener su cuerpo sano en base a alimentos sanos provenientes de la naturaleza, por medio de pensamientos desinteresados y de una vida ordenada.
Vida Universal
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