El hábito de la lectura es uno de los más sanos y enriquecedores que puede tener una persona. Los beneficios que implica dejarse llevar por lo que aportan las palabras escritas, tanto en el plano intelectual como en lo que atañe a su función determinante a la hora de mantener el cerebro activo y lúcido, es algo conocido por todos y obvio a estas alturas.
Sin embargo, las recomendaciones que apuntan a cuidar los ojos cuando se pasa mucho tiempo frente a un libro de papel o a uno electrónico no son tan conocidas, aunque para muchos se trate de indicaciones de sentido común. Lo cierto es que son pocos los que ponen en práctica dichas directrices lo que, a la larga, redunda en la aparición de problemas de la vista.
Esta situación es una de las más difíciles de cambiar por parte de los oftalmólogos, quienes constantemente insisten en la importancia de crear y mantener condiciones adecuadas al momento de leer (elegir un lugar cómodo, iluminación correcta, dar momentos de descanso periódicos a los ojos, etc). Así que, como pensamos que nunca está demás repetir consejos beneficiosos para la salud, a continuación entregamos cinco recomendaciones muy simples para asegurar una lectura sana.
A tener en cuenta mientras se lee
- Descansar 5 minutos como mínimo después de 1 hora de lectura continuada.
- Mantener el libro (electrónico o convencional) a una distancia de entre 30 y 40 centímetros de los ojos.
- Fijar la mirada en un punto distante del horizonte después de cada media hora de lectura. De esta manera, se relajan los músculos oculares.
- Parpadear con frecuencia y utilizar colirios si se padece sequedad ocular.
- Utilizar la iluminación adecuada para leer: que provenga desde atrás. Si se usa un eBook hay que ajustar el brillo y el contraste según la luz del entorno.
Fuente del artículo: Clínica Baviera
