Oh! que tiempos aquellos en que la nieve caia blanquecina sobrelos ojos de un cadaver anonimo, si, fue aquello lo que me llevo a replantearme mi situacion como gigolo adverso a las posibilidades de conquistar a algun ser humano. La alegria fue efimera al pensar que con tan solo emplear las fuerzas ocultas (en el pantalon) podia uno hacerse con la gratitud de miles de señoras viudas y millonarias. Es verdad, no vi un duro y es verdad, recibi el noble don de una incipiente alergia en la muñeca de la mano izquierda. Os preguntaréis ¿que tiene que ver esto con el mundo entero y que puede tener de interesante el saber las desgracias ficticias de un ser humano que probablemente no existe? Esa es mi desgracia, el no existir y ser tan solo una invencion dentro de la mente de una persona que me imagina, es por eso que me llamo Diegof, porque no existo, estoy atrapado dentro de la mente de un individuo que en sus momentos de ocio me imagina como su alter-ego, estoy atrapado y condenado a jamás tener un cuerpo propio ni a tener verdaderas aventuras, ya que las aventuras que mi creador tiene se las guarda para si mismo y jamas dira que yo estuve alli ¡aunque yo estaba alli y lo vi todo! Egoismo es esto, que un ego no comparte con su alter ego ficticio. Esa es mi condena, el no existir y no formar parte del mundo de las formas ¡pero me siento real! ayudadme! ayudadme! ¡¡Sacadme de aqui!! ¡Tengo frío! Diablos, mi creador a recuperado la cordura.. ¡¡¡¡NOOOOOO!!!!
perdonad el delirio.
Diegof Zlavenzer
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