Los créditos rapidos son una prueba latente de que los bancos todavía no prestan dinero a sus clientes, hacen publicidad continuamente de los gastos que ya no nos cobran, o regalos al domiciliar nuestra nómina, pero no nos proporcionan ninguna clase de financiación. Parece que solo quieren ingresar dinero, sin darnos a la hora de la verdad, nada a cambio.
Estos créditos rápidos los ofrecen financieras privadas, son siempre entre persona físicas y los intereses normalmente rondan entre el 20% y el 25%. Existe mucha competencia en este sector, con lo cual algunas empresas ofrecen incluso hasta 15 años para su devolución, en cuotas pequeñas. Esto es del todo novedoso y la verdad muy cómodo para que no te quiten más el sueño esos pagos imposibles que siempre llegan en el momento más inoportuno. Son la salvación para aquellas personas que están en listado de morosos o que tienen deudas judiciales contraídas con entidades bancarias. Son muy rápidos, incluso hasta en 72 hpuedes firmar ante un notario, para que tengas confianza plena en que la gestión es completa. Consisten en aportar como garantía una propiedad, como los bancos, pero se abrevia mucho en tiempo la preparación del mismo. Son así como suenan, rápidos, algunos ya a largo plazo y como no, fiables.
¿Para que demorarnos en trámites inútiles aportando papeles y más papeles al banco para que 30 días después nos digan que lo han denegado o que nos suben el tipo de interés al más alto, por extrapolar sus límites de riesgo? ¿Por que esperar y esperar? En los créditos rápidos la respuesta es inmediata, los intereses son fijos y sabes que durante el plazo de devolución tu cuota no cambia nunca, aunque pasen 10 años. Son nuevos créditos con mucho futuro sobre todo en el sector privado, aunque muchas empresas ya se están planteando que estos créditos pueden llegar a ser su única solución ante esta crisisinterminable que tantos dolores de cabeza nos produce.
