Existen dos tipos muy diferentes de recuerdos de boda que se pueden entregar en una celebración: aquellos que se guardan para siempre y otros menos duraderos. Si bien lo que una espera es que los invitados tengan un recuerdo de su boda que perdure a lo largo de los años, un original regalo, menos duradero puede mantenerse en la memoria para toda la vida.
Con aquellos regalos para toda la vida, también existe el riesgo de quedar archivados y olvidados, dejándo así de cumplir su función. Por otro lado, la original idea de regalar un exquisito dulce como "souvenir", puede resultar un detalle inolvidable.
Recuerda que luego de una ceremonia, en la cual no han sido protagonista y a la cual han asistido con un presente y, hasta tal vez con un atuendo nuevo, los invitados agradecerán llevarse un original recuerdo. Por lo tnto, intenta no dejarlo para último momento y terminar escogiendo cualquier cosa que te permita salir del paso.
Si estás por elegir un recuerdo comestible, ten en cuenta que no existe nada más inolvidable que el chocolate. Aunque si los novios deciden decorar su fiesta con una inmensa fuente de este manjar, puede que acaben empachados. Aunque siempre hay sitio para un buen dulce.
