Uno de los trastornos del sueño que más aqueja a la población es el insomnio a nivel mundial. Se considera que todas las personas durante un periodo determinado o alguna vez en su vida lo han padecido.
El insomnio es la queja por no poder dormir, acompañado de despertares nocturnos es decir la incapacidad para mantener el sueño. Durante el día lo caracterizan molestias como dificultad para concentrarse, irritabilidad, disminución de la funcionalidad, sensación de fatiga.
Entre las causas del insomnio tenemos por ejemplo las originadas por factores intrínsecos como movimientos involuntarios durante el sueño, padecimientos psiquiátricos (ansiedad, depresión), enfermedades crónico-degenerativas (hipertensión, cáncer, reumatismos, diabetes y otras), síndrome de piernas inquietas (consiste en movimiento de piernas mientras se duerme).
También se pueden encontrar factores externos, como cambio de horarios, manifestaciones de alergias, uso y abuso de sustancias estimulante s y depresoras del sistema nervioso central (cocaína, algunos fármacos, alcohol, marihuana), ambiente, viajes.
Se debe de considerar que en muchas ocasiones el insomnio se asocia con problemas psiquiátricos y neurológicos, ya que muchas ocasiones es el único síntoma que permite descartar o asegurar un problema d e este tipo.
Para poder iniciar con el tratamiento del insomnio se debe de tener un diagnóstico certero, lo que implica determinar la aparición sin ningún origen o las posibles causas. Una vez que se tiene el diagnóstico certero se hace uso de medicamentos como inductores del sueño (algunos son de origen natural), sedantes, hipnóticos y otros. También se realizan una serie de recomendaciones encaminadas a mejorar la cantidad y calidad de sueño (higiene del sueño).
En la gran mayoría d e los casos el insomnio es el síntoma de alguna enfermedad, que puede evolucionar a algo peor si no se identifica a tiempo este tipo de alteraciones del sueño deben de ser valoradas por un especialista como un neurólogo.
Tania Morales SyM
