El renacer de las estufas de leña
Las estufas de leña han sido tratadas durante muchos años como si fueran verdaderos miembros de la familia, pero con el paso del tiempo y la demanda de otros tipo de combustibles han pasado a un segundo plano gracias a que todas las viviendas ya vienen con un circuito de calefacción pre-instalado y el dejar un hueco para la chimenea no hacía más que incrementar su precio. Pese a ello, el aumento de los precios de las energías no renovables como los combustibles fósiles, y especialmente el gasoil, han hecho que muchas familias se replanteen el aumento del precio de sus facturas al final del periodo.
Este ha sido el fundamento base sobre el que las poblaciones que más demandan este tipo de servicios, dados los fríos inviernos típicos de determinadas zonas geográficas, hayan decidido volver al uso de las estufas de leña, mucho más económicas y que proporcionan una sensación térmica más confortable y duradera.
La tecnología también ha hecho posible que las nuevas estufas sean más eficientes y respeten el medio ambiente. Prueba de ello son las estufas de pellet, un material formado por biomasa muy compacta que proporciona una combustión potente y duradera, más que la leña tradicional, y que además su precio es más económico que lo que podríamos encontrar en el mercado hasta hace unos años, aunque todavía su uso no está muy extendido. Si nos decidimos a compra alguna de las estufas de leña que existen en la mayor parte de grandes superficies, deberíamos tener en cuenta algunos aspectos:
- El tamaño del hogar, que determinará la superficie que es capaz de calentar de forma diáfana.
- La facilidad con la que podremos instalar en la estancia donde vaya colocada la estufa un conducto de ventilación adecuado.
- De contar con varias estufas de leña instaladas, cada una tendrá su propio conducto de ventilación. Otros puntos interesantes a destacar es la posibilidad de algunas estufas que cuentan con habitáculos donde poder cocinar o calentar platos, de forma que el calor emitido por la combustión se aproveche al máximo.
En relación al poder de combustión, es importante elegir el tipo de leña adecuada (sino utilizamos pellet). Podemos destacar dos grupos:
- Leña fuerte: es la más recomendable. Suele ser madera procedente de árboles como el roble o la encina, y deben estar en periodo de secado de mínimo un año, logrando una humedad inferior del 20%. Destacan por su potente llama y poder calorífico duradero.
- Leña blanda o verde: suele proceder de árboles frutales y se clasifica como leña de baja calidad, ya que tiene un poder de combustión bajo y emiten mucho humo. Bajo ningún concepto, utilizaremos compuestos como el carbón para encender las estufas, ya que son los principales responsables de la degradación de los materiales con los que se construyen las estufas. Para encender la estufa bastará con utilizar pastillas especiales.
La primera vez que encendamos la estufa, es recomendable dejar la estancia bien ventilada, ya que será normal que se generé humo fruto de la pintura que recubre las paredes interiores de la estufa, cuyo principal objetivo es proteger los materiales para resistir altas temperaturas. Cada vez más son las estufas que vienen preparadas para poder formar parte del circuito de la calefacción, ayudando a que la temperatura del circuito sea constante y se caliente con mayor rapidez (la estufa funcionaría como una especie de caldera secundaria).
Los materiales con los que se construyen las estufas de leña suelen ser de acero o metales fundidos. Su calidad depende del precio que estemos dispuestos a pagar. Su mantenimiento es quizás el punto más importante ya que de ello dependerá su rendimiento y vida útil, por lo que bastará con seguir las recomendaciones de los fabricantes. Actualmente, los diseños que se ofrecen en el mercado de las estufas de leña son muy variados, y en muchos casos se fabrican a medida para adaptarse a cualquier rincón, incluso en sustitución del hueco de una chimenea.
Teniendo todos estos puntos en cuenta, ya solo nos quedaría elegir el hueco donde vaya instalada la estufa, si será la protagonista de la habitación o jugará un papel secundario como objeto decorativo o como fuente de calor.
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