Así como el té verde y el té rojo, el té de matcha es extraído de la planta camellia sinensis. La diferencia entre estos tipos de tés extraídos de esa misma planta son elementos como la fermentación y maduración de las hojas.
Entre las promesas de este polvo verde están las de disolver la grasa presente en el organismo y acelerar el metabolismo. El té de matcha es más concentrado que muchos otros, y por eso los resultados son alcanzados más rápidamente. Además de acelerar el metabolismo es un óptimo antioxidante, que mejora la concentración y disminuye la ansiedad. Se encuentra compuesto por una substancia llamada L-Teanina, que modula el neurotransmisores gaba, principales inhibidores de nuestro sistema nervioso.
En nuestro país este té es una novedad aún muy poco conocida, pero ya se encuentra disponible en algunas tiendas de nutrición.
La versatilidad del té de matcha es otro punto a favor. Puede ser utilizado para hacer zumos, pasteles y galletas, así como puede ser usado en su forma más clásica de consumo: el té. El sabor es semejante al del té verde, pero un poco más fuerte, confiriendo a las recetas un sabor complejo y delicado.
Recetas a base de matcha
Té de Matcha con Jengibre
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½ cuchara de té de matcha
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1 cuchara de té de jengibre rallado
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50 ml de agua hervida
Hierva el agua separadamente y mantenga la temperatura a 70 grados. Agregue el polvo de matcha y el jengibre rallado en la taza y despeje el agua caliente. Mueva rápidamente y diluya el té. Endulce a gusto.
Brownies de Matcha
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150 gramos de manteca sin sal, derretida
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8 cucharas de aceite de girasol
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325 gramos de azúcar en polvo
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2 huevos
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300 gramos de harina
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2 cucharas de sopa de matcha
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2 cucharas de té de levadura en polvo
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½ cuchara de té de sal
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150 gramos de piñones
Pre-caliente el horno a 180 grados. En una sartén, derrita la manteca a fuego lento y mezcle con el aceite, el azúcar, los huevos. Mezcle los ingredientes secos y adicione a la mezcla líquida. Unte con manteca y harina una forma con cerca de 24 cm y coloque la masa delicadamente en la forma. Leve al horno durante cerca de 25 minutos. El pastel debe quedar firme al toque, pero blando y con una textura semi cruda por dentro. Deje enfriar y corte en cuadrados.