Ninguno pone en duda que el crecimiento de las redes sociales es imparable, ni las innumerables ventajas que implica. Pero, los fraudes y problemas que se aprovechan de esta ingente actividad, crecen en la misma proporción.
Dentro del mundo de la contratación de servicios a través de la famosa página de Facebook, ha saltado la alarma al conocerse el caso de una pareja inglesa que se ha quedado literalmente “con lo puesto” tras la mudanza de su vivienda.
Becky Szenk y Mark Higgins no podían ni imaginar que trasladar su residencia al mismo lugar en el que acababan de montar su negocio iba a salirles tan caro. A ellos y a su bebé de siete meses, la pequeña Ariyah que ha perdido todos sus juguetes y ropa. Porque absolutamente todas las pertenencias de esta familia han sido robadas por la empresa con la que
supuestamente contrataron su mudanza. Enseres domésticos, recuerdos, mantas y hasta el anillo de compromiso, todo lo que empaquetaron los operarios que vinieron a su casa en Bliston nunca ha llegado a su destino.
Algo parecía no responder a lo habitual durante ese proceso de embalaje. Echando la vista atrás, Mark recuerda la premura con la que se ocuparon de los objetos valiosos frente a otras prioridades. Un indicio que no les puso lo suficientemente alerta, pero que debe servirnos como ejemplo para reaccionar a tiempo ante cualquier sospecha de fraude.
