La facturación electrónica como la facturación impresa, tienen la misma validez, ambas sirven como comprobante de una adquisición o transacción comercial, es utilizada por los vendedores y compradores como un comprobante para las autoridades. Al igual que las facturaciones impresas, la ley obliga a conservar las facturaciones electrónicas por un periodo de cinco años, en su formato original.
Algunos de los beneficios que brinda la facturación electrónica son: Se reducen los tiempos y procesos, se hace un intercambio de información más rápida y segura, además de que puede agilizar la recepción de mercancía, aumentando de esta forma la productividad. Puedes ahorrar hasta un 50% en costos del proceso de facturación. Aunque se hace un cambio total de lo acostumbrado, esto simplifica todos los procesos, permitiendo la búsqueda rápida para los auditores. No existe riesgo alguno de una infección por un virus informático. Se asegura confidencialidad en su manejo, resguardo y envió, disminuye posibles falsificaciones ya que es un código difícil, no como en el papel que solo se necesita falsificar una firma.Viendo estos beneficios se puede asegurar ahora que la facturación electrónica es algo sencillo y seguro de hacer, solo es cuestión de hacer costumbre de nuevas tecnologías y sacarle provecho al máximo.