Si ya estás embarazada, lo primero: enhorabuena. Si aún no lo estás y estás buscando tu embarazo, no desesperes. La clave está en no preocuparse demasiado e intentar buscar el embarazo en tus dias fertiles.
Ahora que estás en estado, es lógico que todos tus familiares quieran verte, ver cómo crece la tripita, decirte lo guapa que estás y lo bien que te está sentando el embarazo. Por otra parte, puede que tú estés con náuseas matutinas, vómitos, exceso de saliva y otros cambios que se producen en tu cuerpo durante el embarazo. Mención especial requieren los cambios de humor, que puede hacer que en algún momento des un grito de más a gente a la que quieres. No te preocupes, todas pasamos por eso y al final se puede compatibilizar.
Todo el mundo te preguntará, lo primero, que de cuánto estás. Calcula regularmente las semanas de embarazo, para así poder responder sin que se monte un debate sobre si cuentas bien o mal, si cuentas desde la concepción o desde tu última menstruación, etc.
Realmente es importante realizar un seguimiento de tu embarazo semana a semana, pero tampoco es necesario tener un precisión absoluta. El embarazo es, en realidad, una carrera de fondo. Si tienes síntomas molestos intenta no recibir visitas mientras los padezcas. Nadie se va a tomar a mal si anulas una cita a última hora, tano sólo di la verdad: "no te encuentras bien". Intenta decidir tú cuándo se agendan las visitas a casa y si conoces a gente de un mismo círculo social, junta todas las visitas en un horario, de esta manera verás a un montón de gente sin tener que recibir cientos de visitas.
Y que no se te olvide lo más importante, y es que toda esa gente está ahí porque te quiere y se preocupa por ti, se merecen que los recibas con tu mejor sonrisa.
