Desde los siglos anteriores han existido personas preocupadas por aportar en la educación del ser humano, personas como: Piaget, Vigotsky, Freud, Bernard entre otros, que estudiaron las conductas y los procesos de aprendizaje del individuo. Ellos conocían la importancia de conocer a cada ser para así poder educar. Estos intelectuales han ido evolucionando con otros perfeccionares que han hecho sus aportes en esta preocupación uno de ellos, Juan Delval.
La interrogante es: ¿Están los estudiantes o maestros de educación interesados?, y cuando hago esta pregunta me refiero a que si realmente estamos interesados en conocer, investigar y documentarnos acerca del ser humano, saber cómo aprende.
Estamos preocupados por realizar una labor intachable que logre un aprendizaje significativo en nuestros alumnos o simplemente no hemos nosotros asumido y conocido la importancia de la educación en la sociedad.
Actuamos con ignorancia y permitimos que sean otros factores que mal eduquen a nuestros alumnos logrando con nuestro descuido una sociedad cada día mas hundida en la falta de valores, donde los autores de esta desgracia a veces somos nosotros mismos.
Hemos dejado esta labor al gobierno y los padres, buscando culpables para no asumir la responsabilidad que también nos toca.
Te propongo que hagamos un cambio y este cambio comienza por ti, no importa si otros no se preocupan por esta realidad, que la educación transforma positivamente al ser humano, interésate tú por leer y mantenerte en la constante búsqueda de nuevos conocimientos que puedan transformarte y ayudarte a marcar positivamente, que tu ejemplo hable tan fuerte que logre influir a tu familia, alumnos y de esta manera poder realizar este privilegio que va más allá de un sueldo.
“Brindo, dijo un profesor por la pizarra y la tiza; por mi sueldo pa’ la risa siendo yo un educador. Los momentos de dolor o dramáticos apuros, los borro con lo más puro que es la risa de la infancia, pues yo tengo la ganancia de estar sembrando en el futuro”
Autor anónimo.