El vino es una de las bebidas más deliciosas y populares alrededor del mundo, además, es la bebida alcohólica más antigua del mundo. El consumo del vino se conoce desde el Viejo Testamento, y es gracias a su antigüedad que se ha podido ir perfeccionando su producción, cuidado, calidad y sabor. También se atribuye a la iglesia el consumo y la popularidad del vino, ya que en el esfuerzo por cultivar, producir y distribuir vino para la consagración, los viñedos y bodegas comenzaron a crecer alrededor del mundo, sobre todo en aquellos lugares en donde el clima era más favorable para las uvas.
A través de los años, el vino se ha dado a conocer al mundo como una bebida para ser acompañada, es decir por lo general, desde el comienzo de la historia del vino, la gastronomía ha formado parte de ella. Otra característica de la historia del vino es que forma parte de la cultura de muchos países y regiones en donde se produce y se bebe el vino tradicionalmente. El comercio es un factor que ha influenciado mucho la distribución y expansión del consumo de vino, creando así nuevos tipos, sabores y aromas para el vino. Egipto, Grecia, el Imperio Romano, la Edad Medieval, etc. son sólo algunas de las eras-regiones en donde se empezó a cultivar la uva para producir la bebida que en la actualidad nos encanta a todos: el vino.