El vino es una de las bebidas reconocidas mundialmente por su presentación. Debido a sus características y propiedades el vino no puede ser almacenado en cualquier envase, lugar o temperatura. El vino viene siempre en una botella de vidrio y está sellado por un corcho. En la actualidad la tecnología ha permitido reemplazar los corchos tradicionales por unos hechos de plástico y materiales sintéticos, los cuales cumplen la misma función que los típicos. Además, hay diferentes tipos de corcho dependiendo del vino.
Existen corchos cortos, corchos largos, y conglomerados, los cuales indican más o menos la calidad y vida del vino. Hay también otros corchos que están marcados, estas marcas indican algo acerca del proceso de la elaboración del vino. Entre los símbolos más populares que puedas encontrar en un corcho del vino están las estrellas y los rectángulos.
Algo muy importante acerca de los corchos, es la parte que está en contacto con el vino. Los corchos están hechos de una manera especial, como si estuvieran divididos en dos, para que sólo una parte de él esté en contacto con el líquido. Pareciera ser que el corcho para tapar las botellas de vino es algo insignificante, pero en realidad forma parte importante del vino ya que influye en el sabor y cuidado del vino.
