Las baterías de los autos deberían durar varios años sin problemas (entre 3 y 4 años aproximadamente). Para conseguir esta vida útil se hace imprescindible realizar algo de mantenimiento.
Aproximadamente, el 90 % de las fallas de los vehículos corresponden en gran medida a alguna deficiencia en el sistema eléctrico, mientras que el 10% restante se atribuye a problemas mecánicos, sobre todo los relacionados con el motor. sin embargo, del total de las fallas eléctricas, al menos el 40 % corresponden a cuestiones relacionadas directamente con la batería, y cuyas fallas, en la mayoría de lo casos, se pueden evitar aplicando a tiempo un buen mantenimiento preventivo.
Por ejemplo, en muchos casos, por la falta de mantenimiento se acumula sulfato en los bornes. Este acumulamiento constituye un residuo de sustancia química que se forma a partir del derrame o salpicadura eventual del electrolito que contiene en su interior la batería. La acumulación del sulfato en las superficies de contacto eléctrico produce un incremento de la resistencia en esos puntos, creando falsos contactos entre los bornes de conexión y los terminales de los cables conectados a dichos bornes, por lo que se impide la correcta circulación de la corriente a través del sistema de distribución eléctrica del coche, produciéndose así fallos en el funcionamiento de los consumidores de electricidad, o sea, los equipos, dispositivos, luces e incluso las propias bujías.
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