El tarot es un conjunto de 78 cartas llamadas arcanos, donde se plasma la historia de la humanidad el pasado presente y futuro, tiene muchos símbolos y diversas formas de estudiarse e interpretarse.
Fue creado después de que en Alejandría fuera quemada la biblioteca donde estaba todo el conocimiento de la historia de la humanidad, se juntaron los sabios del mundo y acordaron conjuntar ese conocimiento perdido y ponerlo en tablillas que no fueran fácilmente interpretadas ni descifradas, y así proteger su gran valor.
Y así el Tarot fue dividido en dos partes: La parte sagrada o espiritual que son los Arcanos Mayores que son 22 y la otra parte profana que es la más comúnmente conocida como Baraja Española, pero fue hasta el siglo 17 que en Europa se hicieron estudios muy profundos y se unificaron las dos partes y así se da a conocer el mazo de 78 cartas tal como hoy en día se le conoce.
El Tarot y su aplicación en las artes adivinatorias, no solamente sobrevivió al paso de los siglos, sino que su fama fue en aumento desde ese lejano Egipto, pasando por la Edad Media, el Renacimiento, y llegando a nuestros días, siendo usual su práctica en todos los ámbitos de la sociedad, incluso llegando a ser estudiado por psicólogos de la altura de Jung.
Se trata de uno de los métodos de adivinación más antiguos, y como tal, es un verdadero tesoro que permite descifrar un significado oculto en cada una de sus cartas, un significado que se relaciona directamente con estados del alma y circunstancias afines a dichos estados del alma, y que va más allá de los límites espacio-temporales, ermitiendo así describir circunstancias tanto presentes, como pasadas, como futuras del consultante.