El aluminio es de los elementos que más abundan en la naturaleza, es únicamente superado por oxígeno y silicio.
Es un material de los llamados ligeros, es decir, tiene una densidad baja (2700 kg/m3). Su temperatura de fusión también es baja, entorno a los 660 ºC. Es de color blanco y hace buena reflexión de luz y de la radiación electromagnética térmica. Conduce muy bien la electricidad y el calor.
En cuanto a sus características mecánicas el aluminio es un metal blando y maleable. Cuando el metal es puro, tiene una resistencia a tracción de solo 160 MPa.
Todas estas propiedades hace que el aluminio sea un buen material para realizar cables de conducción eléctrica y láminas de reducido espesor, pero lo hacen un material inadecuado para su empleo en estructuras.
Para realizar una mejora de las propiedades mecánicas el aluminio se mezcla con otros metales, y gracias a ello puede ser un material apto para forja y fundición, además de extrusión. Además debido a lo anterior también se le puede aplicar soldadura.
El aluminio tiene en su capa de valencia 3 electrones, debido a ello su estado de oxidación es III. Por ello reacciona con el oxigeno que hay en la atmosfera formándose rápidamente una capa superficial fina de color gris mate de alúmina Al2O3, la cual recubre todo el metal, funcionando como una capa anticorrosión. Para disolver esta capa superficial es necesario aplicar ácido cítrico. A pesar de todo esto es un material tan estable que es utilizado para la extracción de otros metales de óxidos.
Por otro lado el aluminio es un metal que se disuelve en bases y ácidos y es de fácil reacción con ácidos como el clorhídrico y con e hidróxido sódico.
