¿Relajante o agobiante?

¿Relajante o agobiante?

¿Cuando un intento de relajación consigue ponernos de los nervios? Cuando llevas dos, tres o cuatro horas estudiando intentas relajarte pero a veces relajarnos nos pone más nerviosos. Esa sensación de estar “descansando” de alguna tarea difícil y sentir que deberías estar haciendo algo productivo, o cuando la gente a tu alrededor intenta “tranquilizarte” y consigue que contestes con una actitud borde y violenta. Estos son los momentos en que me pregunto si la relajación es la peor cura al estrés.

¿Y que hay de ese momento en el que vuelves de un “descanso” y miras el papeleo, los apuntes o esa pila de ropa sin lavar y te preguntas porque has sido tan inútil de “descansar”? Yo personalmente soy de las que busco la relajación en el cumplimiento de mi deber. Los momentos de estrés se superan venciendo, no dándote por vencida e intentando tranquilizarte. Pero esa es solo mi opinión. También debo admitir que he vivido situaciones de total fracaso intentando acabar algo importante y no poder por culpa del agobio causado por el exceso de trabajo. Cuando me ha pasado esto he encontrado maneras de relajarme poco convencionales, como correr o limpiar. Cuando una situación nos supera del todo y nos vemos incapaces de seguir adelante lo mejor es siempre ir a dormir y esperar a que empiece un nuevo día.

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