La mayoría de nosotros crecemos rodeados de símbolos y tradiciones que seguimos y respetamos incondicionalmente. Ahora que la Pascua se acerca, las tiendas y supermercados nos invaden con los famosos huevitos de pascua. Más allá de disfrutar del delicioso chocolate que se utiliza para fabricarlos, ¿alguna vez se han preguntado cuál es el origen y el significado de este símbolo?
Desde los comienzos de la humanidad, los huevos de las aves significaban la continuación de la vida, la fertilidad y el renacimiento. En la mitología egipcia, el huevo adquirió importancia cuando el Ave Fénix se quemó en su nido y volvió a nacer más tarde a partir del huevo que lo había creado en un principio. Asimismo, los hindúes aseguraban que el mundo había nacido de un huevo.
En la antigüedad, los huevos de Pascua estaban hechos de gallina y de pato. En la Edad Media, la gente comenzó a regalárselos a los niños en las celebraciones y, al tiempo, los cristianos comenzaron a obsequiarse huevos durante la Semana Santa. Finalmente, a comienzos del siglo XIX, en Alemania, Italia y Francia, aparecieron los primeros huevos hechos de chocolate y que contenían pequeños regalos en su interior.
La decoración siempre fue muy importante en los huevos de Pascua y fue variando con el paso del tiempo. Las primeras culturas pintaban los huevos a mano con colores brillantes que representaban la luz del sol. En la actualidad, los reposteros apuestan a su imaginación y diseñan decoraciones originales y de diversos colores.
En inglés, huevo de Pascua se dice Easter egg y representa el mismo significado que para los hispano-parlantes.