¿Son baratas las subastas de viviendas?

Eso afectaba directamente al mercado de las subastas de viviendas que contaba con poco volumen de inmuebles y era un gran desconocido para la mayor parte de los posibles compradores particulares.

El primer incremento importante del volumen de casas para subastas se dio en 2006 y 2007. A partir de ese año, no han parado de llegar miles de viviendas a los juzgados españoles por impago. Sin embargo, esta forma de acceso a un inmueble en propiedad, a través de las subastas, no se ha convertido en preferente para el público. ¿Por qué?

Cabría pensar, en un primer momento, que al existir un mayor número de casas disponibles, los precios y las condiciones para el comprador serían muy ventajosas. Sin embargo, no es así.

Los precios de estas viviendas, sobre todo las tasadas a partir de 2003, tienen unas cantidades de salida demasiado elevadas. La causa es, precisamente, esa burbuja inmobiliaria que disparó sus precios muy por encima de su valor real y sirven hoy de baremo para su puja.

Además, el hecho de que el posible comprador no pueda visitar el inmueble antes de interesarse por su subasta es un verdadero inconveniente. Muchas están en condiciones penosas, con desperfectos y daños serios. Y, no pocas están habitadas y se debe mantener a los inquilinos, a veces durante años, sin posibilidades de echarlos.

Por eso, las subastas están muy restringidas a los profesionales inmobiliarios especialistas en este campo, que buscan viviendas de unas características muy concretas, generalmente de alta gama.