ALGUNAS CONSIDERACIONES PREVIAS SOBRE EL LENGUAJE
La primera reflexión en el tiempo que ahora recordamos fue la de cuestionar el libro de texto como único material de trabajo. En lo que al área de Lenguaje se refiere, los libros de texto están configurados en unidades de contenidos seccionados. Tal y como están estructurados, impiden un tratamiento global del lenguaje, pues éste está concebido básicamente como un cuerpo teórico de contenidos secuenciados a aprender, y no como un instrumento de comunicación. Los libros de texto, por otro lado, no se acercan a las necesidades lingüísticas y pedagógicas de los alumnos en muchos de los contextos de aplicación.
Nos basamos en la idea de que el trabajo en el aula debe fundamentarse en la capacidad del lenguaje para representar e interpretar la realidad, en el planteamiento de que el lenguaje es un instrumento de comunicación con el que expresar sentimientos, emociones, recuerdos, apetencias, análisis, etc. Aceptado esto, las clases de Lenguaje deben sustentarse didácticamente en la experimentación de y sobre el lenguaje; deben ser instrumento para la relación interactiva, para la creatividad. Lo fundamental es aprender a usar la lengua; a crear y recrear lenguaje. Los alumnos, así lo creemos, no pueden ser meros receptores de otros textos, sino que deben tener la oportunidad de hacer un uso personal de la palabra, en torno al hecho de leer y escribir, deben crear textos y experimentar con la literatura, para que leyendo escriban, para que escribiendo lean y para que haciendo ambas creen.
Existe una herramienta que toma en cuenta los conceptos más importantes para que los aprendizajes en los alumnos sean mas efectivos, conoce el Facilitador de Tareas Docentes.
