Sin entrar en detalles de moda o tendencias y nuevos diseños como las bodas en la playa más trendy, el vestido corte princesa es el más soñado por toda novia tradicional, desde niñas nos imaginamos usando un pomposo vestido lleno de encajes crinolinas y tules girando con él mientras crea un espléndido efecto de vuelo en medio de la pista de baile con nuestro príncipe azul.
Tal y como su nombre lo dice, el vestido princesa está basado en las ropas que la realeza solía usar, por lo que en la actualidad se siguen usando para esos eventos que parecen salidos de un cuento, son vestidos grandes y de mucha tela, requieren que la novia sepa moverse en él pues es algo incómodo si no se carga con cuidado pues al caminar en la mayoría de los modelos se deben usar las manos para sostener las pesadas telas.
La parte del top suele ser corta en comparación a lo alto de la falda ya sea de una sola pieza o dos con corsé o sin él, los diseños son casi tan fantasiosos como los mismos presentados en las mejores películas con final feliz.
Este tipo de corte le va bien a toda mujer pues la atención se centra en la voluptuosa falda sin importar si por debajo se esconde un cuerpo muy delgado o lo contrario y la parte de arriba es tan corta que estiliza el torso.
Algunos soportan su volumen con varillas que aunque facilitan mucho el caminar molestan a la hora de sentarse mientras que otros crean su forma gracias a varias capas de tela o fondos de crinolinas que son telas porosas duras que forman pliegues por sí solas.
Un vestido corte princesa puede ir acompañados de varios diseños desde un cuello en V, strapless, tirantes, mangas largas o cortas, decorado con encaje, telas lisas, etc.