Inspirado en el monasterio de El Escorial, en España, el Hospicio Cabañas es uno de los sitios más emblemáticos de Guadalajara. Tan sorprendente es este conjunto arquitectónico que es considerado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.
Si has visitado Guadalajara sin haber admirado el Hospicio Cabañas, es un buen motivo para volver a la perla tapatía. Bajo la tutela del gran maestro Manuel Tolsá, este edificio alberga murales del artista mexicano José Clemente Orozco. La magnificencia de estas obras es toda una experiencia plástica que no te puedes perder. En ellas, el autor plasmó aspectos de la cosmovisión prehispánica, momentos de la historia de México y algunos conceptos universales.
Este recinto estuvo destinado a ser refugio de los desprotegidos, niños y ancianos. Durante la Guerra de Independencia fungió como un cuartel. Así sucedió también durante la Revolución Mexicana. Fue en 1980 cuando los niños que ahí se albergaban fueron trasladados a otras instalaciones y entonces el recinto se transformó en el Instituto Cultural Cabañas.
Aprovecha tu visita por Guadalajara para degustar las tradicionales tortas ahogadas en el mercado San Juan de Dios, que tiene el récord de ser el mercado techado más grande de América Latina y donde podrás encontrar muchas otras delicias típicas del bello estado de Jalisco.
