Como sabemos, cada persona es única e irrepetible, incluso cuando hablamos del sentigo del olfato y del gusto. Es por eso que no existen experiencias correctas e incorrectas con los sabores de vinos, ya que cada ser humano se distingue incluso por su sentido del gusto, lo cual hace que la persona pueda saborear esta bebida de manera especial y exclusivamente a su manera.
Para disfrutar mejor del sabor de un vino, primero que nada se debe apreciar el olor del vino varias veces para de esa forma preparar al sentido del gusto. Después de esto se debe tomar un sorbo mediano pero suficiente para cubrir el interior de la boca. Posteriormente mueve el vino dentro de tu boca por algunos segundos asegurándote que toque cada parte de tu lengua, encías y dientes. Para intensificar los sabores es necesario el oxígeno, es por eso que se recomiendo hacer una “O” con tu boca e inhalar un poco de aire que cubra el vino.
Una vez que ya saboreaste mucho vino, puedes decidir entre tragarte o no el vino para posteriormente restablecer tu paladar con algún alimento, ya sea una galleta o un pedazo de pan. Después, tómate un momento y evalúa el vino.
