La inflamación de las meninges es una enfermedad más que habitual y que puede dejar grandes secuelas, sin embargo la mayor parte de las personas ignoramos cuáles son los grupos de riesgo y cómo debemos de actuar si pertenecemos a uno de ellos.
La población que tiene más posibilidades de contraer la meningitis por neumococo, causante del 24 % de las enfermedades, son los menores de 24 meses que aún se encuentran en época de lactancia. Sus defensas son débiles y no consiguen resistir ante los ataques de las bacterias.
Así por eso es recomendable que en esta época se les prevenga con la inoculación de Prevenar 13, la vacuna más avanzada que existe en la actualidad ya que ataca a 13 serotipos de los que algunos son explícitos de las etnias latinas.
La entrada a la tercera edad, que se estipula en los 65 años, es también cuando el declive físico se hace más patente en el cuerpo de las personas, sufriendo más achaques, más graves y con posibilidad de que las bacterias más fuertes se aprovechen de nuestra debilidad.
Pero también la población adulta se convierte en objeto de la meningitis, ya sea por neumococo o por otra bacteria. Es especialmente vulnerable el grupo de personas fumadoras o que tienen graves problemas de alcoholismo.
También existen otro tipo de factores, especialmente enfermedades o disfunciones físicas, que favorecen la infección de la meningitis. Entre todas destaca el VIH tanto asintomático como sintomático. El SIDA debilita el sistema defensivo del hombre y consigue facilitar el trabajo a miles de virus, entre ellos al neumococo.
Los trastornos crónicos de órganos vitales como el corazón o el pulmón e infecciones del mismo tipo en el hígado hacen que el cuerpo se convierta en el caldo de cultivo ideal para el desarrollo de la meningitis, que además puede luego afectar gravemente a otras zonas importantes.
La anemia de células falciformes aumenta hasta en un 4 % de posibilidades de sufrir la infección del neumococo y que ésta derive en meningitis. También aquellas personas que hayan recibido un transplante de médula ósea entran dentro de la población más vulnerable, por lo que es muy aconsejable que acudan a un médico para que les dé seguimiento y recomendaciones para su cuidado.